Ramón Berenguer IV, conde de
Barcelona y príncipe de
Aragón pronto llegaría a un acuerdo con los templarios para que colaboraran en la Reconquista, la concordia de
Gerona, en 1143, por la que recibieron los
castillos de Monzón, Mongay, Chalamera, Barberá, Remolins y Corbins, junto con la Orden
militar de Belchite de Lope Sanz, favoreciéndoles con donaciones de tierras