Tumbados en el suelo, al margen del ruido de los tambores y los pétalos de rosa que cayeron sobre ellos, más de 90 bebés desafiaron ayer en Castrillo de Murcia los saltos del Colacho, singular personaje que emula al diablo y que está representado por dos vecinos del pueblo, que desde el siglo XVII dan color a una de las fiestas más arraigadas de la provincia de Burgos.
Las calles del municipio se convirtieron, un año más, en un hervidero de curiosos y vecinos que no dudaron en acercarse para contemplar ... (ver texto completo)
Las calles del municipio se convirtieron, un año más, en un hervidero de curiosos y vecinos que no dudaron en acercarse para contemplar ... (ver texto completo)