Mensajes de ALBARES (Guadalajara) enviados por IR:
Nada más llegar ya había empezado la muestra de aves rapaces, el vuelo entre los asistentes o sobre los puestos del mercadomedieval, llegando al brazo de los mismos cuidadores, es algo digno de disfrutar.
Desde que llegamos aproximadamemnte a las 20:00 h. no falto animación y espectáculos.
Como ha dicho JA las jornadas meidevales de Almonacid resultaron muy entretenidas.
Jose ha empezado fuerte, tiene un montòn de fotos.
Buenas noches IR, tenemos que incrementar un poco más la actividad del foro, está un poco bajo. Un saludo
Es verdad, creo que como dicen los mensajes anteriores, cuando acabe lo poco del verano que nos queda, esto volverá a su cauce, intentaremos entre todos que funcione.
Hola a todos los foreros, como dice charly, con tanta piscina esto esta muy parado.
buenas tardes ALBARES. HOY MI MUJER Y YO HEMOS CELEBRADO NUESTRO ANIVERSARIO DE BODA 40 AÑOS JUNTOS, ESPERO QUE ALGUNO MAS. UN SALUDO
Hola catuno los 40 años ya se pueden celebrar, tienen su merito.
IR, que llegues a las de oro, pasa buen dia.
Mañana ya estoy de vacaciones, sólo con eso ya va a ser un buen día.
Si en la playa casi no se necesita ropa!
Ana FELICIDADES atrasadas, ya leo que empalmas un viaje con otro. Pasarlo bien.
Chao.
Árbol de grandiosidades, fuente de la caridad,
depósito de bondades,
padre de inmensa piedad.
Antonio divino,
por tu intercesión,
todos merezcamos
la Eterna Mansión.
El señor obispo,
al ver tal milagro,
por diversas partes
mandó publicarlo.
Al tiempo de alzar el vuelo,
cantan con dulce alegría,
despidiéndose de Antonio
y la insigne compañía.
Antonio les dijo:
No entréis en sembrados,
marchad por los montes,
por riscos los prados.
Al instante que salieron
todas juntitas se ponen,
escuchando a San Antonio
para ver lo que dispone.
Salgan verderones,
y las corderinas,
y las cogujadas,
y las golondrinas.
Salgan el cuco y el milano,
burla pastor y andarríos
canarios y ruiseñores,
tordos, gafarrón y mirlos.
Salgan las urracas,
tórtolas, perdices,
palomas, gorriones
y las codornices.
Salgan cigüeñas con orden
águilas, grullas y garzas,
gavilanes y abutardas,
lechuzas, mochuelos y grajas.
Se puso a la puerta
y les dijo así:
¡Ea, pajarillos,
ya podéis salir!
Antonio les dijo entonces:
señores, nadie se agravie,
los pajarillos no marchan
hasta que yo se lo mande.
Abrieron ventanas, puertas a la par,
por ver si las aves
se quieren marchar.
Acudió el señor obispo
con grande acompañamiento,
quedando todos confusos
al ver tan grande portento.
El padre que vio
milagro tan grande,
al señor obispo
trató de avisarle.
El hijo le contestó:
padre, no tenga cuidado,
que para que no hagan daño,
todos los tengo encerrados.
" ¿Qué tal, Antoñito?
ven acá hijo amado,
¿de los pajaritos
qué tal has cuidado?"
Al ver venir a su padre
luego les mandó callar,
y llegó su padre a la puerta
y comenzó a preguntar:
Lleno de alegría San Antonio estaba,
y los pajarillos
alegres cantaban.
Por aquellas cercanías
ningún pájaro quedó
porque todos acudieron
cuando Antonio los llamó.
Y a los pajarillos
entrar les mandaba,
y ellos muy humildes
en el cuarto entraban.
Para que mejor yo pueda
cumplir con mi obligación,
voy a encerraros a todos
dentro de esta habitación.
Venid, pajaritos,
dejad el sembrado,
que mi padre ha dicho
que tenga cuidado.
Cuando se ausentó su padre
y a la iglesia se marchó,
Antonio quedó cuidando
y a los pájaros llamó.
Entran en el huerto,
pican el sembrado,
por eso te advierto
que tengas cuidado."
Mientras que yo estoy en Misa
gran cuidado has de tener,
mira que los pajarillos
todo lo echan a perder.
Y le dijo: "Antonio
ven aca, hijo amado,
escucha, que tengo
que darte un recado.
Por la mañana un domingo,
como siempre acostumbraba,
se marchó su padre a Misa,
cosa que nunca olvidaba.
Y tenía un huerto
donde recogía
cosechas del fruto
que el tiempo traía.
Su padre era un caballero
cristiano, honrado y prudente,
que mantenía su casa
con el sudor de su frente.
Fue caritativo
y perseguidor
de todo enemigo
con mucho rigor.
Desde niño fue criado
con mucho temor de Dios,
de sus padres estimado
y del mundo admiración.
Para que mi lengua
refiera el milagro
que en el huerto obraste
de edad de ocho años.