- ¿Quién fue el que tuvo la brillante idea del
caballo de madera?
Humildemente, Ulises tuvo que confesar que la idea había sido suya.
Al enterarse de aquello, el
pueblo hizo fila para hacerle regalos.
Entretanto, una nave, ya lista, esperaba al héroe para llevarlo hasta su tierra.
Se embarcó Ulises, se despidió de los feacios desde la nave, que se fue alejando, alejando, de la
playa e internándose más, cada vez más, en el
mar.
Veinte años hacía que se había ido Ulises de su patria querida.