Buenos días y gracias por tu buen hacer y decir,
así son las cosas andevaleñas,
así son las cosas de aquí,
que si tienes frío, a por leña has de ir,
bellotas encontraras en una encina cualquiera,
cojeras ramas de encina para hacer la candela,
ya tu cuerpo está templado,
el aire se impregna de de ese hermoso
olor, de las ramas de la encina
que el fuego destruyo.
iremos regresando a nuestro punto
de partida,
atrás dejas un cortijo,
vas subiendo cuenta arriba,
esto que te comento es muy natural,
ya que para subirla la tuviste que bajar.
saltaras paredes rústicas,
muchas sustituidas por alambradas,
ya perdío el encanto de cuando yo
me criaba.
Algunas eran altas,
para mi corta edad,
se buscaba un boquete
para poder pasar,
nosotros en la sierra,
le llamamos portillos,
a los boquetes de las paredes
por donde entrabamos los chiquillos,
veo con naturalidad,
en tu buena narración,
comprendo toda la maleza que nombras,
con lijera variación,
de los nombres andevaleños,
a lo que en la sierra le damos,
le llamamos abulagas,
esas que hacen pinchar las manos,
y una que tu nombras, y que le llamas salguarzos,
nosotros los vemos bello,
con hermosa flor blanca,
cuando empieza a enamorar
allá por la primavera,
alrededor de San Juan,
le llamamos aguarzos a secas,
es igual, ¡que más da!
si el sigue con su flor blanca,
para a las mujeres enamorar.
El Poeta.
Un abrazo. ... (ver texto completo)
así son las cosas andevaleñas,
así son las cosas de aquí,
que si tienes frío, a por leña has de ir,
bellotas encontraras en una encina cualquiera,
cojeras ramas de encina para hacer la candela,
ya tu cuerpo está templado,
el aire se impregna de de ese hermoso
olor, de las ramas de la encina
que el fuego destruyo.
iremos regresando a nuestro punto
de partida,
atrás dejas un cortijo,
vas subiendo cuenta arriba,
esto que te comento es muy natural,
ya que para subirla la tuviste que bajar.
saltaras paredes rústicas,
muchas sustituidas por alambradas,
ya perdío el encanto de cuando yo
me criaba.
Algunas eran altas,
para mi corta edad,
se buscaba un boquete
para poder pasar,
nosotros en la sierra,
le llamamos portillos,
a los boquetes de las paredes
por donde entrabamos los chiquillos,
veo con naturalidad,
en tu buena narración,
comprendo toda la maleza que nombras,
con lijera variación,
de los nombres andevaleños,
a lo que en la sierra le damos,
le llamamos abulagas,
esas que hacen pinchar las manos,
y una que tu nombras, y que le llamas salguarzos,
nosotros los vemos bello,
con hermosa flor blanca,
cuando empieza a enamorar
allá por la primavera,
alrededor de San Juan,
le llamamos aguarzos a secas,
es igual, ¡que más da!
si el sigue con su flor blanca,
para a las mujeres enamorar.
El Poeta.
Un abrazo. ... (ver texto completo)