Hola a quien pueda leerme: En agosto de 1998 hice el Camino de Santiago en bici. En Oncina de la Vandoncina tuve la suerte de encontrarme con una señora que se llama -o se llamaba- Regina y con su hija Rosa. Ignoro si ésta es hija única o no. El caso es que guardo un imborrable recuerdo de esas dos mujeres. En especial de Doña Regina, quien me obsequió con un enorme bocadillo de chorizo que me supo a gloria. Pasé pocos minutos con esas dos mujeres, pero su recuerdo me viene a la cabeza de vez en ... (ver texto completo)