¡Hola, Miguel! Cuanto añoro ese respeto y ese cariño que había entre los vecinos de mi pueblo. Teníamos menos, pero lo apreciábamos mucho mas, valorando el esfuerzo que requería alcanzar cualquier logro. Son épocas distintas, pero no por tener mas se es mas felíz. no hay mejor recompensa que poder ayudar a tu vecino si lo necesita. ¡Cuanto añoro las conversaciones que teníamos los niños can los mayores del pueblo, que nos contaban sus vivencias sentados en la bolera o en cualquier banco de cualquier ... (ver texto completo)
Hola foro!
¿No hay nadie en el cuarterón?
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