Además de toda la lectura, me quedo también con éste:
Aquí, en estos
rincones cargados de siglos y de
historia, se desarrolló mi infancia, mi adolescencia y los primeros años de la
juventud, hasta que llegó la hora de marchar. Más tarde, con los años de la ausencia, forastero de esta tierra y en aquella otra del exilio, comprendí que un hombre sin raíces no es nada. Y cuando vuelvo, de tarde en tarde, al encuentro de esas raíces, me siento un extraño. Pienso entonces, mientras recorro mi viejo
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