Qué bonito lo cuentas Nelba. No era todo tan poético. En estos pueblos tan pequeños de ganadería y agricultura, todo el trabajo era de esfuerzo físico y para todos había tarea encomendada, incluso para los niños. Pero sí, también había tiempo para jugar y vivir todas esas aventuras que narras.
No cabe duda, la infancia y la adolescencia se convierte en el núcleo de la vida de las personas, no importa lo que quede por vivir, esa época será para siempre el referente de nuestra existencia.
Saludos.
No cabe duda, la infancia y la adolescencia se convierte en el núcleo de la vida de las personas, no importa lo que quede por vivir, esa época será para siempre el referente de nuestra existencia.
Saludos.
Asi fue mi infancia, en una casa y familia modesta. Pero no tuve que trabajar, mi padre, cuyos padres eran leoneses exiliados buscando hacer un capital cuidaba cerdos en la chacra y mi madre ayudaba en los quehaceres (lavado y planchado) de la familia numerosa. A ellos les pesó la infancia, tenían obligaciones que yo no tuve. En la adolescencia, fueron muy rigurosos, había pocas alegrías en mi casa.
Nelba
Nelba