Sant Elm es un muy pequeño
pueblo de pescadores en el que se vive de una manera muy tranquila todo el año, incluso en
verano, porque, a pesar de ser un destino turístico, no lo es al uso habitual en
Mallorca. El turismo foráneo que lo visita es del tipo más de veraneantes habituales. Es gente que vienen siempre los mismos y con un ambiente muy familiar. No hay discotecas, hay pocos
bares y la gente que va a Sant Elm busca primordialmente la tranquilidad.