Amigo PC: Camo bien dices, las visitas a la rivera eran contínuas en cuanto arreciaban las lluvias en el invierno. Casi estoy por decir, que era el mayor espectáculo que podían contemplar nuestros ojos y, cuando las aguas brincaban por encima de las pisaeras,-algo bastante corriente en aquellos años de nuestra niñez-, ya era el éxtasis, la repera, y el no va más. En referencia a prestarle apoyo al amigo VISPERA (se nota a la legua que es amigo jeje) para el museo en la Comarcal, desde aquí le doy ... (ver texto completo)