Sembraste las semillas recogidas,
de una infancia tatuada con verdad,
nacieron al calor de tu bondad,
cual rosas, sin espinas florecidas.
Fuiste luz transparente en nuestras vidas,
como estrella en inmensa oscuridad,
que brilló dando luz a la
amistad,
anidada en las almas aùn dormidas.
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