Cuando llegan estas fechas uno siempre recuerda con alegría y añoranza los preparativos previos a las fiestas. El zurracapote, el chamizo en la Casa del Cura, las chicas ensayando las danzas en las Escuelas bajo la atenta mirada de Ana para que la danza de las Vueltas saliese a la perfección, las degustaciones, los partidos de pelota y un largo etcetera. Pero siempre guardaré en mi recuerdo el día más deseado el día de nuestra Santa. La Iglesia se engalanaba como merecía la ocasión vistiendo sus ... (ver texto completo)