GRACIAS, Aldeano, por las fermosísimas
fotos que nos has regalado. Me han hecho llorar (y no es mentira), con la emoción de ver esos
rincones tan queridos y añorados. Preciosa la de
San Mamede, aún a pesar de que sea en un interior, ha salido, como suele decirse, "clavada". Yo también iba a la Cancela, donde teniamos unos prados, con una prima mía y las
vacas. Allí, con mimbres, me enseñó a hacer cestillos. Y en ese
cementerio de Portela reposan deudos míos. Siento lo de tus avatares y, en especial,
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