Sobre las 10 de la mañana, con el Sol oculto tras las nubes, pero con una temperatura ideal para la marcha, dejamos Riolago en dirección sur por el denominado
camino de las Brañas que abandona el
pueblo en suave pendiente. La vegetación es la propia de ribera con predominio de sauces y alisos, pero también chopos, salgueros, fresnos y abedules, que tratan de ocultar el curso del arroyo de las Vegas (o de Riolago), siempre a nuestra izquierda. El camino trascurre en zig-zag, buscando, por la derecha,
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