¡Qué descoloque!
No tengo ni la más remota idea de quién eres… ¿¡de verdad somos amigos!?
Me has pillado, es verdad, la mitad de las complicaciones que tengo son causadas por mi imaginación… ¡jolín, parece que estás haciendo el curso de desarrollo personal que están dando últimamente en Alar!
¿eh, qué yo no me he ofrecido cómo reportera! Pero seguiré informando de las cosas que hay en el pueblo para que veáis que en invierno “no nos come el lobo”…
De momento seguiremos "jugando al juego
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Tresces, me sorprende que no me reconozcas, sin duda tu habitual sagacidad te está jugando una mala pasada, no se puede uno dejar aconsejar por las apariencias.
Pero dejémoslo así, no intentes saber quien soy, porque la satisfación por llegar a conseguirlo en modo alguno compensaría la decepción que sufrirías al averiguarlo.
Permíteme pues, por mas tiempo, seguir jugando con las palabras, usar y abusar del lenguaje y encadenar frases grandilocuentes; en definitiva forjar mi propio personaje, desde el anonimato que proporciona un nick y que sirve para esconder la timidez del introvertido.
Saludos cariñosísimos y un fuerte abrazo.
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