Ésta generación nos ha dado el gran empujón para estar en los tiempos actuales, generación que poco disfrutaba de su tiempo y mucho trabajaba para alimentar los tantos hijos que Dios les mandaba. Orgullosos estarán de lo que han sido capaces de transmitir a sus descendientes.
Particularmente con el único que no comulgo es con D. Manuel, el Cura, que yo fui monaguillo con él dos años, por imposición de mi madre y no guardo buenos recuerdos, pareciéndome de una moralidad entredicha en el trato diario y dando consejos para tener los hijos que dios te mande sin restricción alguna y sin pensar en los medios reales de cada familia para atenderlos con un mínimo de dignidad, quien los criaba ¿la iglesia?, de ahí mi desavenencia con la religión porque hijos “todos los que caigan” y luego a comernos los mocos los que no teníamos recursos, prefiero menos hijos pero teniendo claro la responsabilidad de atenderlos dentro de las posibilidades reales de cada familia y así evitar los calvarios que algunos pasamos con numerosa familia saliendo adelante con la “caridad divina”, según el credo de los curas de entonces, prefiero algo más terrenal y salir adelante con la caridad de cada cual. Yo sólo tengo dos hijos, porque son los que considero que puedo atender con responsabilidad y calidad digna para facilitarles las herramientas que les puedan servir en su estancia en éste mundo sin necesidad de traumas particulares por culpa de la creencia religiosa.
Como veréis he aprovechado el ver en la foto al cura Don Manuel para exponer mi pensar y experiencia de lo que en aquella época pregonaban. Afortunadamente hemos evolucionado y aunque algunos legalmente sólo hayamos aprendido “las cuatro reglas”, oficialmente sólo tengo el título del “Certificado de Estudios Primarios” que me dieron a los 14 años cuando me echaron del colegio porque ya no podía estar más tiempo y mi madre no tenia para pagarme más estudios, aunque no sé si hubiera valido para seguir estudiando, que tienen mucho merito y sacrificio los que han conseguido buen nivel de preparación como algunos que comparten éste foro. Para mí ha sido la universidad de la vida la que me ha ido esculpiendo y enseñando empíricamente a racionalizar y pensar con criterio propio sabiendo discernir entre el “come cocos mental” y los criterios pragmáticos, huyendo de los miedos espirituales y defendiéndonos con criterio propio.
Pues nada, ésta ha sido mi reflexión sobre la foto de nuestros antecesores, luchadores y bravos que no se achicaban por nada y siempre positivos hacia adelante, de ello, algo nos ha salpicado a la siguiente generación que somos algunos de los que por aquí pirulamos.
Gracias Luis por subirnos tan entrañables fotos que nos inspiran éstas confesiones.
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