El polémico el tema del tabaco en los lugares públicos o de trabajo, pues aunque exista una ley, ésta no ha sido lo suficientemente estudiada pues hay choques de derechos que se cometen a diario que la norma no los resuelve.
En muchos negocios, más en la hostelería, los propietarios se han acogido al derecho que la norma les ofrece y es al de local de fumadores, pues en ello va, muchas veces, en que el negocio les funcione.
Ello implica a que los trabajadores de ese local, tanto si son fumadores como no, tienen que soportar el humo de los fumadores y, claro está, el empleado no puede negarse a servir o estar allí mientras se fuma, o sea, que está obligado a tragar humo, en cambio el cliente tiene el derecho o la elección de entrar o no en el local de fumadores.
En las empresas, el fumador tiene derecho a salir a fumarse un cigarro, con ello puede que produzca menos, lo que no tiene por que ser así, pues a lo mejor ese empleado produce más que otro que no fume, si bien el no fumador observa que su compañero, cada equis tiempo sale a fumar y él no, o sea, que la regulación no es correcta y tampoco se aplica correctamente en infinidad de lugares.
También hay que tener en cuenta con el tabaco que no mata por si solo, es decir, que al mal del tabaco se suma la contaminación ambiental así como en los propios alimentos que comemos, todo ello hacen un cúmulo de circunstancias o más bien, de venenos que poco a poco nos va consumiendo y la culpa al tabaco, que si, que ayuda a morir o enfermar, pero también se aprovechan de él para sacar dinero que luego no emplean en el tratamiento de la enfermedad que produce, que ésta también es consecuencia de los aditivos que no deberían llevar el tabaco pero que lo llevan.
Abrazos pa tos y toas, El Emigrao, que hoy, aún no ha fumao
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