Silvia, me ha emocionado tu poema, a tu abuela. Qué sociedad tan injusta, cuánto respeto humano, llenó de dolor tristeza y soledad a muchos seres inocentes que pagaron injustamente los errores de otros, hipócrita raza humana que martiriza a sus hijos más nobles e inocentes, cuántos, privados del calor el amor y la aternura del ser más importante para ell@s. Solo perdonando podremos liberarnos de tanto dolor provocado y tolerado, consentido por los propios familiares que enmudecían ante los condicionamientos
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Gracias, por tus palabras. Muchos de los que estamos en esta orilla del
mar buscamos las raíces de nuestros ancestros, sin odios, sólo con la ficción de pensar lo que han sufrido, y cuando uno llega a pisar los lugares, que antaño lo hicieron ellos, es invadido por una gran emoción. Creo que no se puede juzgar las acciones de otros, es tan complejo el ser humano, y a veces tan apremiantes las circunstancias, que no se si llegan a justificar las acciones, pero sí a atenuarlas.