A mis padres también les deben las uvas, como a tantos otros. Pero mis padres al menos, tienen a quien les asesore y saben que la realidad es muy distinta a lo que esos impresentables han querido pintarnos a cambio de una firma.
Mis padres saben que están en una larga cola, pero no por el principio, sino por el final del todo y que antes que ellos, como socios, hay mucha gente que cobrará antes.
Del mismo modo, saben que, las firmas de todos los socios solo ha sido la moneda de cambio para
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