Se acaba el
verano, se van los turistas, se vuelve a la rutina. Dejamos de autocomplacernos de nuestras vistas a la
bahia, del "Sardi", Pereda etc. Y volvemos a nuestros
barrios, céntricos eso sí, pero oscuros, mal cuidados, viejos, no antigüos.
Nuestra ciudad, no debería ser solo bonita por fuera, sino y sobre todo por dentro. Si comparamos
Santander con el resto de ciudades de nuestro entorno, vease Bilbao, Vitoria, Gijón, Oviedo etc. nos daremos cuenta de la atención que han recibido sus barrios.
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