la verdad que me cuesta encontrar alguna "cara" en ella, nm obstante debajo de la zona verdosa, en la
nieve, se deja ver una cara con sus dos ojos y esbozando una sonrisa.
Recuerdo que de pequeño, cuando subía pa la cuesta, me gustaba mirarla desde el otro lado e imaginarme que era las gafas de sol de una gigantesca tortuga, la cual al formaba las
montañas de los alrededores, la verdad que tenía más imaginación que ahora, aunque he de confesar cada vez que la veo desde la otra parte, sigo viendo
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