Pequeña fortificación de otra época convertida en
museo dedicado al Cuerpo de Carabineros que la utilizaron como cuartel y punto de control de esta parte de la costa almeriense. Está en un lugar alto, desde el que se divisa una extensa
playa y una importante porción de
mar, lo que permitía a los encargados de reprimir el contrabando controlar los desembarcos ilegales de mercancías.