De nuevo casas encaramadas, de colores y refugiadas entre montañas, aunque abiertas al mar. Cudillero es uno de los pueblos más bonitos de Asturias. Parece un anfiteatro dispuesto para ver el espectáculo marítimo. El color de las casas corresponde con el dueño de la barca con la faena. Los habitantes tienen su propia habla: el pixueto.