En determinadas épocas del año, las
calles de esta población se convierten, con el consentimiento de las autoridades y la promoción de los que se llevan la grasa del turismo, en una auténtica selva. La suciedad, las boces, el alcohol en la
calle sin control, acaba derivando en peleas entre grupos de gente muy
jóven que suelen acabar con heridos e incluso muertos.