Lugar alto y fresco es la zona del Castañar, donde es posible disfrutar de la sombra en los caluros días estivales.

Patrona de Béjar, cuya festividad se celebra el 8 de septiembre.

Fuente callejera en la que aplacar la sed de los visitantes en los días calurosos.

La abundancia o no de nieve en la cercana sierra, garantida la cantidad y calidad de agua en el río Cuerpo de Hombre y el suministro a las poblaciones que se surten desde el pantano de Navanuño.

Al amparo de los poderosos señores de Béjar, los duques, siempre hubo practicantes de la religión de Moisés, pero como en tantos sitios de nuestra geografía, en 1492 fueron expulsados o se diluyeron conformando lo que se llegó a conocer como "cristianos nuevos"; en recuerdo de aquellos tiempos, Béjar tiene un pequeño museo dedicado a los judíos.

Uno de los principales instrumentos utilizados para hacer hilo de la lana de las ovejas.

Acceso a la que dicen es la plaza de toros más antigua de España.

En la fabricación de símbolos, emblemas, escudos, etc., tanto civiles como militares, Béjar fue referencia. Hoy toda esta labor se ha trasladado a otros lugares.

El decaimiento industrial de la localidad hay que buscarlo en la falta de inversión en investigación e innovación para adaptarse a las nuevas materias primas para la confección de prendas de vestir; a la falta de empresas transformadores que fabriquen la prenda concreta; la no adaptación de la producción a los gustos o modas del momento; producción concentrada casi exclusivamente en telas para uniformes; la carencia de especialización en la producción; la huida o distracción de capitales en otros ... (ver texto completo)

La fuerza del agua dio energía a máquinas, artilugios e ingenios que movieron los engranajes de la pujante industria textil de otros tiempos.

Colorido y belleza tenían los hilos que en Béjar hacendosas manos teñían para dar belleza a las prendas de vestir que nuestros abuelos y padres vestían.

Útiles y máquinas utilizadas en el sector textil se exponen en este lugar, dando testimonio de un pasado industrial que fue brillante en esta ciudad.

Nada se improvisaba, hasta la resistencia de los hilos era tenida en cuenta.

El actual castillo palacio de los Duques de Béjar fue construido en el siglo XVI sobre una parte de la antigua alcazaba árabe del siglo XIII. Este castillo palacio, que destaca por la sobriedad de su decoración, posee torreones cilíndricos de refuerzo y otras torres en el antemuro. La primitiva entrada da a poniente y conserva el aspecto de fortaleza, con un antemuro en el que se abre un arco semicircular timbrado con las armas de los duques y sus iniciales F y G, que corresponden a don Francisco ... (ver texto completo)

Plaza o calle Mayor de Maldonado, se ubica en el casco histórico de la ciudad; ubicándose en la misma el Ayuntamiento, el palacio ducal y la iglesia gótica de El salvador. Prácticamente toda la plaza está rodeada de portales que se corresponde a casas con origen antiguo.

El Ducado de Béjar es un título nobiliario español, creado en 1485 por los Reyes Católicos para Álvaro de Zúñiga y Leyva.

El templo se construye durante el proceso repoblador (finales del siglo XII, principios del XIII) en estilo protogótico. De su primitiva construcción perviven su ábside mudéjar de ladrillo y la torre- campanario con fábrica alzada sobre roquedo granítico

Buena idea es que existan museos donde se recojan máquinas y otros utensilios que van quedando obsoletos y son sustituidos por otros más modernos y productivos; es una forma de recordar y reconocer el valor de unos oficios o trabajos ya desaparecidos pero que tuvieron una importancia vital en el progreso de una industria y un pueblo.

Preciosa iglesia que combina perfectamente el granito de la torre con el ladrillo del ábside.

Botones e insignias metálicas que adornaban todo tipo de uniforme tenían su origen en este pueblo; aunque la actividad industrial ha desaparecido, nos queda el consuelo de contemplar en este museo lo que hacían las gentes del lugar.

Máquina que producía, que daba trabajo y sustento, ahora aparece como una pieza para la contemplación e imaginación de lo que fue en el pasado. El tiempo acabó con su modernidad y, es muy probable que fuera sustituida por otra más productiva, pero también lo es que no encontrara sustituya y la fábrica en la que se ubicaba dejara de producir, despidiera a los trabajadores y fuera el síntoma de una crisis en la ciudad que prácticamente ha acabado con la industria textil en Béjar.

Un buen día el tren dejó de circular sobre el puente, atravesar el túnel bajo la ciudad y detenerse en los andenes de la estación. Han pasado más de treinta años de ello y aunque muchas promesas hicieron los gobernantes del PP sobre su reapertura, lo único que han hecho, además de marear la perdiz durante las vísperas electorales, ha sido levantar los carriles u transformar la plataforma sobre lo que se asentaba en un camino para viandantes y ciclistas.

Poca nieve nos trajo el invierno, aunque según dicen los responsables de la estación de esquí de la Covatilla, la temporada para ellos ha sido buena. Todavía quedan días de primavera y aunque está siendo muy seca, es probable que vuelva a caer algo de nieve.

Es una pena que infraestructura cómo está que permitían la comunicación norte sur del país permanezcan abandonadas y las vías hayan sido levantadas en parte del recorrido ferroviario y a la vez nos estemos endeudando en líneas de alta velocidad que no pagaremos nunca, nunca serán rentables en su mayoría y marginaran a numerosos núcleos de población donde los convoyes no se detendrán nunca.

Estas llaves, de alguna forma, vienen a recordar las que los judíos bejaranos se llevaron consigo al exilio tras las expulsión que ejecutaron los Reyes Católico. Las llaves correspondían a las viviendas de su propiedad y se las llevaron con la esperanza que pronto regresarías a sus casas y volverían a habitarlas. La historia nos ha demostrado que el regreso fue imposible para aquellos que perseveraron en las creencias religiosas de sus antepasados; marcharon lejos, muchos morirían en el camino y, ... (ver texto completo)

En los libros se encuentra la memoria de la humanidad

Muy importante fue la industria textil en la ciudad de Béjar en tiempos pasados, ya muy lejanos para la mayoría. La carencia de investigación, innovación e inversiones en la propia industria; así como el monocultivo de los productos manufacturados de la misma materia prima hundieron el negocio. Los dineros existieron, ¿pero dónde y en qué se gastaron? en cualquier cosa, menos en la inversión productiva de las empresas que no pudieron competir con los nuevos materiales textiles que fueron apareciendo ... (ver texto completo)