La
iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Zarza conserva en su interior una techumbre mudéjar de finales del siglo XVI que cubre la nave central de par y nudillo con sencilla decoración incida. Nada perdura hoy de la armadura que cubría el presbiterio. Además en el exterior cuenta con una
placa en la que ve un
escudo decorado con
flores bajo las que se sitúan siete espadas clavadas en un corazón sobre la lectura ‘orapronobis. vir’ y ‘godolorosisima. 1779'.