El interior sorprende por el desnivel existente entre la
puerta de acceso y la cabecera de la
iglesia; este desnivel, a ojo, parece es de casi tres metros se encontraba cubierto de tierra y
piedras, llegando esas a cubrir la
ventana redonda que existe en el
ábside. Entre 1980-1981, se acometieron obras que llevaron al vaciado de la parte
románica de la iglesia (el ábside) pudiendo apreciarse el desnivel existente, bajo la tierra y piedras extraídas aparecieron enterramientos antiguos que nuevamente
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