Poco de aquel pasado de labradores de cereal y legumbres queda en este
pueblo. Sus fértiles tierras han sido ocupadas por el cemento de las
calles y
casas; el polígono industrial, las urbanizaciones residenciales y el propio casco urbano de la antigua aldea ocupa buena parte del término municipal y pocas muestras de aquel pasado agrícola podemos ver todavía. Esta gran
puerta que permitía el paso de los
carros tirados por bueyes es una de las pocas que quedan en el pueblo, eso sí hace decenas de décadas
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