En el
ábside, se aprecian ocho arcadas ciegas, formadas cada una por dos
arcos, el interior de medio punto y el exterior apuntado, separados por un friso de ladrillos en esquinilla. Los arcos aparecen sobre un zócalo que es de mampostería en su mayor parte. En cada
arco se abren pequeños vanos que para unos autores son saeteras, acordes a su función defensiva. El presbiterio tiene el mismo diseño decorativo.